Las normas actuales al respecto del medio ambiente en el que vivimos imponen a las empresas del sector petroquímico a tratar sus propios rechazos industriales peligrosos, los cuales pueden ser transformados en materias primas secundarias. El principal rechazo creado en la industria petroquímica es el slop oil, que no es otro que un material compuesto de hidrocarburos pesados y otras impurezas, generados por lo residuos de productos petrolíferos mixtos y agua, que se forman típicamente en los depósitos en forma de sedimento.
En este caso la centrífuga, que debe ser idónea al uso en zona de riesgo de explosión y certificada ATEX, se convierte en un recurso indispensable para la limpieza de los tanques y para la separación del sólido/líquido y siguiente separación aceite/agua del slop oil. Para aplicaciones con productos especiales es posible además, predisponiendo la centrífuga bajo nitrógeno.